Aportan calidad (indudablemente), independencia económica (innegable), satisfacción (sin duda) …
Y luego hay otros. Programas puntuales, pequeños, que pasan casi desapercibidos, los Cenicientos de las familias… pero no por ello menos interesantes o útiles.
En este caso, uno promovido por Educación Vial de la Policía Local:
regala un buen librito a cada alumno que lo desarrolle.
Y su objetivo no puede ser mejor : mejorar – valga la redundancia - la seguridad vial de los niños/as, reafirmar conceptos de seguridad y, de paso, concienciar a los padres de que los ejemplos que transmitan a sus hijos han de ser válidos para una mejora de la convivencia en el colegio, en la calle y en cualquier lugar donde sea lógico compartir y convivir con nuestros semejantes.
¿Qué se puede conseguir? Pues… al menos, un libro para la biblioteca de tu niño/a, una reflexión sobre la importancia de la Educación Vial y, esperemos, una sonrisa y un “disculpa” en el próximo atasco a la puerta del colegio en lugar de un bufido y una mala cara. ¡Cuánto menos!
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